viernes, 8 de diciembre de 2017

Florilegios de Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa


Parecía mentira que el niño Santiago tomara ya cerveza, y Ambrosio ríe, los recios dientes amarillos verdosos al aire: el tiempo volaba, caracho. Suben la escalera, entre los corralones de la primera cuadra de Alfonso Ugarte hay un garaje blancoo de la Ford, y en la bocacalle de la izquierda asoman, despintados por la grisura inexorable, los depósitos del Ferrocarril Central. Un camión cargado de cajones oculta la puerta de La Catedral. Adentro, bajo el techo de calamina, se apiña en bancas y mesas toscas una rumorosa muchedumbre voraz. Dos chinos en mangas de camisa vigilan desde el mostrador las caras cobrizas, las angulosas facciones que mastican y beben, y un serranito extraviado en un rotoso mandil distribuye sopas humeantes, botellas, fuentes de arroz. Mucho cariño, muchos besos, mucho amor truena una radiola multicolor, y al fondo, detrás del humo, el ruido, el sólido olor a viandas y licor y los danzantes enjambres de moscas, hay una pared agujereada ―piedras, chozas, un hilo de río, el cielo plomizo―, y una mujer ancha, bañada en sudor, manipula ollas y sartenes cercada por el chisporroteo de un fogón. Hay una mesa vacía junto a la radiola, entre la constelación de cicatrices del tablero se distingue un corazón flechado, un nombre de una mujer: Saturnina.

(Pág. 29)

Huele a sudor, ají y cebolla, a orines y basura acumulada, y la música de la radiola se mezcla a la voz plural, a rugidos de motores y bocinazos, y llega a los oídos deformada y espesa. Rostros chamuscados, pómulos salientes, ojos adormecidos por la rutina o la indolencia vagabundean entre las mesas, forman racimos junto al mostrador, obstruyen la entrada.

(Pág. 30)

(...) La radiola deja de tronar, truena de nuevo. El corpulento río de olores parece fragmentarse en ramales de tabaco, cerveza, piel humana y restos de comida que circulan tibiamente por el aire macizo de La Catedral, y de pronto son absorbidos por una invencible pestilencia superior: ni tú ni yo teníamos razón, papá, es el olor de la derrota papá. Gentes que entran, comen, ríen, rugen, gentes que se van, y el eterno perfil pálido de los chinos del mostrador. Hablan, callan, beben, fuman, y cuando el serranito aparece allí, inclinado sobre el tablero erizado de botellas, las otras mesas están vacías y ya no se escucha la radiola ni el crujido del fogón, sólo al Batuque ladrando, Saturnina. (...)

(Pág. 32)


(...)
―Podemos ir en las mañanas a los museos y en las tarde a recorrer librerías de viejo ―dijo Jacobo―. Conozco muchas, a veces se encuentran buenas cosas.
―La revolución, los libros, los museos ―dice Santiago―. ¿Ves lo que es ser puro?
―Yo creía que ser puro era vivir sin cachar, niño ―dice Ambrosio.

(Pág. 99)


¿Qué del anciano pequeñito, barrigón, ,de ojos azules y melena blanca que explicaba las fuentes históricas? Era tan bueno que daban ganas de seguir Historia y no Psicología, decía Aída, y Jacobo sí, lástima que fuera hispanista y no indigenista. Las aulas abarrotadas de los primeros días se fueron vaciando, en septiembre sólo asistía la mitad de los alumnos y ya no era difícil pescar asiento en las clases. No se sentían defraudados, no era que los profesores no supieran o quisieran enseñar, piensa, a ellos tampoco les interesaba aprender. Porque eran pobres y tenían que trabajar, decía Aída, porque estaban contaminados de formalismo burgués y sólo querían el título, decía Jacobo; porque para recibirse no hacía falta asistir ni interesarse ni estudiar: sólo esperar. ¿Estaba contento en San Marcos flaco, de veras enseñaban ahí las cabezas del Perú flaco, por qué se había vuelto tan reservado flaco? Sí estaba papá, de veras papá, no se había vuelto papá. Entrabas y salías de la casa como un fantasma, Zavalita, te encerrabas en tu cuarto y no le dabas cara a la familia, pareces un oso decía la señora Zoila, y el Chispas te ibas a volver virolo de tanto leer, y la Teté por qué ya no salías nunca con Popeye, supersabio. Porque Jacobo y Aída bastaban, piensa, porque ellos eran la amistad que excluía, enriquecía y compensaba todo. ¿Ahí, piensa, me jodí, ahí?

(Pág. 121)



―Estaba usted celoso de su amigo ―dice Ambrosio―. Y los celos son lo más venenoso que hay.

(Pág. 123)


(...) Animados, excitados, ellos opinaban sin bajar la voz, que los oyeran los soplones, que los metieran presos, y Aída se estimulaba a sí misma, era la más entusiasta piensa, se dejaba ganar por su propia emoción, la más arriesgada, piensa, la primera en trasladar atrevidamente la conversación de Bolivia y Guatemala al Perú: vivíamos en una dictadura militar, y los ojos nocturnos brillaban, aun cuando la revolución boliviana fuera sólo liberal, y su nariz se afilaba, aun cuando Guatemala, y sus sienes latían más rápido, estaban mejor que el Perú, y un mechón de cabellos danzaba, gobernado por un generalote, y golpeaba su frente mientras hablaba, y por una pandilla de ladrones, y sus pequeños puños rebotaban en la mesa. Incómodas, inquietas, alarmadas las sombras furtivas interrumpían a Aída, cambiaban de tema o se levantaban y partían.

(Pág. 128)



Mario Vargas Llosa, Conversación en La Catedral (1969) 
Edición 2005, Santillana Ediciones Generales, S. L.



viernes, 1 de diciembre de 2017

Se acaba el año
pero no tus recuerdos

Tantas cosas juntos
Ahora ni hablamos

Es pobre mi rima
mi alma

Quisiera abrazarte
y que sonrieras

Es un problema
No poder fumar-te
No poder ver-te
con los len-te-s

Afortunadamente
me dejaste muchas fotos

Ya ves
Quién se considera
afortunado
por tener fotos
y no a ti

Grave

Grave es no haberse especializado
en nada
mas que en
hacerte el amor

Es una profesión
que se aplica sólo
en un lugar

Cómo buscar trabajo así

Qué escaso
mi conocimiento
Y
encima
sin poder aplicarlo



martes, 14 de noviembre de 2017

Taxista cumpliendo su sueño

 Sí, es el disco de Rocky.
 Manya, pero están casi todos los temas de la película. 
 Sí, sin ese disco no salgo.
 Le da energía.
 Sí, la de seguir trabajando.
 Como luchar?
 No... O bueno, sí, a veces te chancan, pero de ahí te vuelves a parar y sigues.
 Cuántas veces lo han chancao?
 Jajaja... Hablo de las veces que la vida te golpea. 
 Y hay que poner 'ojo de tigre'?
 Qué es eso?
 La canción pe... The eye of the tiger (8)...
 Sí, se acuerda? Cuando el negro le dice que ha perdido su mirada, sus ansias de luchar...
 Ese creo que fue Apolo Creed, no?
 Así es. Ta que ese negro cómo se movía, oe. Y Rocky todo sonso, pesao, lento... Tuvo que sacarlo a correr a la playa pa que le gane al de Los Magníficos.
 Pero el hueón tenía miedo.
 Claaro, taba todo asustao. Lo tuvieron que desahuevar.
 Usted se siente ahuevado a veces?
 Mmm... A veces uno sale en modo automático, no más. Te bañas, sacas el carro, buscas pasajeros, comes y duermes. Otras veces sí sales con ganas, conversas a los pasajeros, haces bromas. Pero otros días todo me llega.
 Y qué le hubiese gustado ser?
 Luchador, tal vez.
 Pero ya está luchándola.
 Hablo de estar ahí en el ring, entrenar, que la gente te aplauda...

En eso, llegando a una esquina, el taxista frena tratando de evitar un choque, pero le da un ligero golpe a una mototaxi que la voltea y queda en el piso. Chch. Apaga el carro, se baja y el soundtrack de Rocky sigue encendido. Veo que trata de ayudar al mototaxista. No le pasó nada, menos mal, pero el mototaxista dio un par de sacudidas y lo empujó al taxista, buscándole la pelea y culpándolo del choque. Señalaban con la mano, la esquina, los carteles, hacían como quien estuviese cortando un pedazo de torta. Por ahí las manos saltaron, golpearon pechos, y no fue más la esquina de la calle, sino la esquina de un ring. Los contendientes internamente escucharon la campana y la pelea se desató. La gente se detenía y completaban el cuadrilátero. La música continuaba, yo en el asiento, como viendo una película: la de un taxista cumpliendo su sueño.

viernes, 27 de octubre de 2017

Qué ganas

Las mujeres no somos así, A qué te refieres que no somos así, Que no tiramos con nuestros amigos, Entonces qué debo hacer, Cómo que qué debes hacer, Digamos, si tengo ganas, y no puedo hacerlo con una amiga, para tener más seguridad, Cómo seguridad, Pues es mejor que ir a buscar a alguien a un bar y, sin conocerla, hacerlo, Pues sí, pero no debes hacerlo con amigas, Está bien, pero entonces si quiero desfogar las ganas, debería ir a un puterío, No, Por qué no, Es peligroso, puedes contraer alguna enfermedad, Pero me puedo poner doble condón, Se puede, pero yo te recomiendo que no, Estoy cansado de la paja, Ya, pero esa no es una salida, Entonces qué, una pareja estable, Sí, Pero no estoy interesado en eso, me trae muchos problemas, soy egoísta en mi amor, Por qué dices eso, Porque quiero que la mujer esté a mi disposición cuando yo quiera y en la fecha que quiero, sin tener luego la obligación de verla, pasar un fin de semana solo si lo deseo, no obligarme a nada, ni a ella tampoco, Y a ella cómo la obligarías, Soy celoso y, digamos, si me paso todo un fin de semana estudiando, no puedo obligarla a que estudie a mi lado, ni que se quede en su casa, de hecho tendrá otros amigos que la invitarán a salir, y qué puedo hacer, decirle que no salga, que se quede, que me espere unos días, no, eso no sirve, se aburren, les cansa, te consideran machista, Pero en cierta forma lo eres, Puede que sí, pero qué puedo hacer, hacerme el que está bien, sal, no te preocupes, yo estaré haciendo mis cosas, no, eso es malísimo, el callarme u ocultar cosas, las mujeres siempre desean ser atendidas, que estés con ellas, y a veces yo no quiero, pero a veces sí extraño pasar con ella todo un día en la cama, sin importarme el tiempo, pero creo que no estoy preparado para esas cosas, Por qué, Porque creo que necesito tiempo para mí, concentrarme en mis cosas, Y entonces por qué no, No, sabes qué, la mejor opción es un puterio, ir, alquilar una de las chicas, follarla, irse, y no pasó nada, no mensajes, no llamadas, no palabras, no suspiros, no preocupaciones, no cuestionamientos, no nada, estás tranquilo, y continúas tu vida.

lunes, 20 de junio de 2016

Historias a la medianoche


En su música no escribía D.C. (Da Capo), sino D.S. (De Sobra). Tal vez lo había inventado o alguien ya lo había hecho, un pensamiento migrante que cayó por la ventana de su habitación, proveniente de alguna parte del mundo, de su ciudad, o tal vez de su misma vecindad. Siempre le sobraban notas, melodías, frases...

- Más que un Productor, necesito un Cortador o un Pelador...

En realidad el Productor hacía ese trabajo de cortar y quedarse con lo necesario hasta que el tema quede, pero el protagonista de esta historia quería jugar un poco con las palabras...



*******



- Si los libros se caen, todo alrededor se cae... se caeeeee...

Sentenció con ímpetu para que su esposa le creyese y no derribara los estantes de libros. Ella le creyó pues era la primera vez que le escuchaba decir algo con tanta seguridad.

Todo lo dicho por él era dudoso. En su interior corrían dudas por doquier. Sin embargo, así como se llenó de dudas, se llenó de libros. La casa no soportó más y todo alrededor se cayó igualmente.



*******



Ella avanzaba destruyendo triángulos y él no soltaba ni una palabra. Cada letra que él pensaba, ella escogía y, la que le gustaba, la atravesaba con una línea oblicua: iba de caza por el bosque de sus pensamientos. Su única alternativa era poner su mente en blanco. Pero, ahí venía de nuevo, y sus zapatitos negros iban a pisar aquella blancura.

- ¿Te gustan los cruceros?
- Sí.

Pintó entonces unos rectángulos negros, ubicándolos paralelamente.

- Un crucero peatonal... ¿Y ahora qué sigue?
- Que tomes el timón y lo dirijas.
- Si esto no se puede manejar...
- Es porque tú estás encima.
- ¿Me estás diciendo gorda?
- No, pero duras más que una redonda.
- Y tú menos que una corchea...
- Así que ya sabes de música...
- Si todo lo ves música...
- ¿Y tú estás en mis ojos?
- Y entre las rayas de tus lentes rayados...
- Deja de seguir patinando que los rayarás más...
- ¿Y si salto?

Vieron dos ángulos de 45 grados tirados. Tal vez eran los restos de tantos triángulos que destruyeron  en el camino. Formaron 90 grados, completaron el triángulo y con la tinta que derramaron pintaron la cajita de aquel problema de Geometría.




Crédito de la imagen: http://previews.123rf.com/images/NewAge/NewAge0709/newage070900004/1674937-Old-seasoned-boat-steering-wheel-isolated-on-white-background-Useful-for-leadership-and-skillful-man-Stock-Photo.jpg

viernes, 17 de junio de 2016

Historias a las 12.38 am

Trasto

Un alemán norteamericano, odia que le digan gringo, le da igual el fútbol y que su selección sea el actual campeón mundial. Le asombra los precios baratos del seguro de vida en Perú, de lo que cuesta el pasaje para subirse al tren eléctrico, y la mototaxi le asombra pero le gusta, considerando que es un buen vehículo para ir a trabajar.

- Las personas allá manejan, mínimo, a 180 km/h
- Vaya... Ahora ya entiendo por qué Schumacher fue campeón mundial.
- Y 7 veces.
-¿7 veces?
- Sí. Era el hombre más rico de Europa. Pero, al final quedó paralítico en un accidente esquiando. Ahora, ¿de qué te sirve tanto dinero en ese estado?
- Pero no puedo creer que la gente común vaya a tanta velocidad.
- Sí, pero también las muertes son diarias.

Al caminar por la avenida Miguel Iglesias, un tipo se resbala al pisar una botella de plástico.

-Aquí la basura mata mucha gente al año.
- Ya veo - me responde.

Para ilustrarlo, le conté que la semana pasada dos chatarreros se peleaban por la chatarra que había sacado de mi techo y que puse afuera de mi casa para una supuesta campaña de reciclaje que organizaba la municipalidad de mi distrito. Nunca llegaron. Mi basura era oro para esas dos personas. Unos panes, unos platos para levar a su familia. No te la des de tan bueno. Tal vez al final reciclaban para comprar un par de cervezas. Nada se sabe.

- Señor, disculpe, ¿este señor vive acá? - señalándome al otro que sacaba los palos.
- No. - respondí.
- ¿Ya ves? O' ya suelta ahí o' compare. Deja, deja ahí.
- Tas' loco, tú, ¿qué tienes? Yo conozco al dueño de la casa. Anda llámalo a Guillermo.
- No está- mentí para ahorrar conflictos con mi tío.- Eso es para el reciclaje de la municipalidad.
- ¿Ya ves? Ya suelta eso, oe', que yo soy de la municipalidad, tás' huevón.
- A ver tu carné...

La última imagen que tuve fue la los dos tipos pecheándose como dispuesto a pelear a muerte por esos trastos. Tirarse los trastos por la cabeza.

Al alemán le asustaba ver tanto basura, desorden y polución en la ciudad, y que dos personas se maten por basura. A mí me asustaba que los alemanes tengan dinero para autos y mueran en un arranque.





*******


Canicas

Me gusta la cumbia y me gusta que la bailes en las sábanas. ¿Qué más? Que seas tan helicoidal. ¿Qué más? Que te observo ahora mismo y no sé qué ropa llevas, pero sí qué clase de ojos y cabello vistes. ¿Qué más? Que tus nalgas sean tan independientes. ¿Qué más? Que tus ojos me recuerden a esas bolitas transparentes con las que jugaba de niño, esas que en el interior llevaban una ADN de color, mezcla de verde y amarillo,  naranja y negro, azul y blanco... Y tantos colores más, simulando banderas de países que desconozco. ¿Qué más? Que seas de tantos países y a la vez de ninguno. ¿Qué más? Quedarme inconciente, como Schumacher, esquiando en mis labios sobre tu espalda. ¿Qué más? Que el concierto está por empezar y que aún nos quedemos mirándonos a 180 km/h. ¿Qué más? Que no entiendas mi trabajo y que aún sigas conmigo. ¿Qué más? Que esté en una calle oscura, de madrugada, y que tu nariz baje de un mototaxi a robarme besos. ¿Qué más? Que me dejes dibujarte trastes en tus pechos para practicar escalas hasta terminar como un trasto. ¿Qué más? Que me despierte erecto en la mañana y estés en el techo, en la pared, o en el ropero. ¿Qué más? Qué te estés acercando a mí como dos canicas a llevarme a la cocinita. ¿Qué más? Yo te pregunto a ti,  ¿qué más?






*******



Un Si...

El guitarrista salía de la habitación en busca de su guitarra para empezar el concierto. Ya nadie estaba. El concierto se había acabado. Unos cuantos borrachos sentados, riéndose y hablando de política. Su guitarra no estaba. Miró a todos lados. Sí, estaba en una silla, su funda abierta, el cuerpo a medio salir, y la segunda cuerda rota. Preguntó por el culpable. Uno de ellos se rió y alzó las cejas en dirección de un tipo. Te dije que no la agarraras, ¿ya ves? El tipo, levantó su cabeza y miró al guitarrista. Le pidió disculpas, que estuvo probando algunos punteos y se rompió. No. No se rompió. Tú lo rompiste. Son 20 lucas. ¿Qué? Pero si es una cuerda, man. Las cuerdas no te la venden sueltas, no las que yo uso. Te puedo conseguir...

En ese instante, el guitarrista recordó todos los Si que pronunció en su vida, en aquellas suposiciones de ideas que lo acompañaban en su habitación, en los buses, en los viajes, en las conversaciones, en los bares, en la pista, en las camas, en los mensajes de texto, en los platos de pollo a la brasa, en las tortillas de marihuana, en las oscuridades, en los días, en las tardes, en los rulos, en los baños, en las ventanas, en las agendas... Todos Si's perdidos. También en los Sí que les fueron negados. Un Si roto esta noche, no podría soportarlo más.

- Me das los 20 soles o te rompo la cabeza con la guitarra, reconchatumadre.





Créditos de la foto del reciclador: https://adobe49.files.wordpress.com/2012/01/fotos-tradicionales-002.jpg

Crédito de la foto de las canicas: http://orig12.deviantart.net/76d7/f/2009/224/1/3/marbles_toy_by_jonnathon.jpg



miércoles, 15 de junio de 2016

1.41 am

Tienes un gustito a paraíso
etérea

Aún tu estricnina
merodea por mi carótida

Tu imagen me asalta
y me lleva a un paseo por el cementerio

Olvidaste tu sombra
No te preocupes
En las noches la cubro
y duerme a mi lado

Oigo
el roce de nuestros párpados

Un millar de abejas
alojadas en los pelos de mi pecho

Un cocodrilo de mascota
y no vuelvo a joder

Carbonizarme
en tus abrazos

Después de mentirte
el espejó me miró
y se suicidó de repugnancia

Saltos isócronos
provocabas
en mi piel
y moría desollado

La ciudad se destruye
Transmigro
en caracol
me deslizo por un tallo
y mi baba
empapa la raíz










lunes, 6 de junio de 2016

English thoughts by un peruviano...

You should always have space for mellow and hard kisses...

Everything was unwittingly loving...


jueves, 19 de mayo de 2016

La duda atrasa

Sin deméritos
Sin envidias
En silencio
Y con la meta en la mira

Entrega es lo que se necesita
Sin importar las penas del alma
Ni los deseos del otro
sean positivos o negativos

Hazlo, corre, canta
que la duda atrasa

En tiempos donde el "visto" desespera
No me culpes si te desvisto en mis quimeras


jueves, 5 de mayo de 2016

Perillas



Ritmo es lo más importante cuando usas pedales. Me refiero a los efectos para guitarra. Algo tenían ese día que no quería soltarlos. Hallar el movimiento exacto de las perillas para acoplarme a tu tempo. Imaginé un par de veces que las perillas eran tus pezones. Quién sabe qué efectos tendrán. Decía que ritmo es lo más importante para usar pedales. No importa la armonía si lo que se quiere es crear ambiente. Ambiente de fiebre, de ideas morbosas, de calor de invierno, de pan con dos ojos negros y un palito de anticucho dentro, con un gato que muerde cannabis, y de una ampolla reventada que derrama negras y corcheas. Es aleccionador que el guitarrista suelte la guitarra y se la de a alguien que nunca la ha tocado. Benson, siendo lo que es, aprendía de sus alumnos tanto que le daba vergüenza cobrarles. Yo tampoco cobraría a quien me muestra su ritmo y su canto.

Hay algo extraño dentro de aquella exploración abordo de las perillas: es que nunca hice ese viaje con alguien hasta elevarme. La costumbre de hacerlo solo te hace creer que lo más importante es solo, tú solo, solo, el solo de guitarra. También es importante la rítmica y el acompañamiento. Tu rítmica y tu acompañamiento.

Y una perilla
o una perita
chiquilla o
chiquita
chorrito o
chorrillo
da lo mismo
si me mordidas
y si te ritmo